VAZATI: 2016

Los parajes más incógnitos muchas veces producen sensaciones no buscadas, un tanto turbias y otro tanto apetitosas. Parajes encontrados en lugares donde el silencio reina con la mayor autoridad, silencio que una vez no existía.

Ese silencio paradójico que todos anhelan y todos temen, es el causante de que lugares con una población un tanto exclusiva consiga ser deseada y querida por el resto llegando al abandono.

Abandono. Esa palabra que dice mucho y poco. Esa palabra que es positiva pero tiene una fuerza negativa mayor. Abandono, abandono de principios, principios que se dice tener, teniendo vergüenza, vergüenza que es vendida para el fin de ser uno más en esa población un tanto exclusiva para reinar en una paradoja apetitosa, ruidosa y abandonada donde todos quieren hallar su propio paraje, ese lugar alejado y aislado.

Barrancas de Burujón (Toledo)

A día de hoy existen muchos parajes que son paradojas abandonadas a su suerte. Muchas consiguen la no destrucción de su propio entorno. Parajes que llegan a ser bonitos, parajes que tal vez puedan ser poco atractivos, parajes donde sigue habiendo huella humana, y como huella humana que es, el paraje se quiere convertir en una paradoja abandonada para poder reclamar el tiempo a su favor para que así no consiga el fin desafortunado que le depara sin solución.

La solución que busca es la de camuflarse para que no sea apetitosa. Consiguiendo que así que sea para esa población exclusiva, exclusiva en su propia paradoja. Pero sin darse cuenta, los encantos afloran por sí solos, dando paso a momentos y circunstancias donde la propia paradoja es una paradoja abandonada en el sentido estricto de la misma.

La propia oscuridad absorbe el paraje mostrando una realidad poco concluyente que consta de la propia belleza. Esa belleza que la población exclusiva obtiene a diario. Y esa solución es destruida en su oscuridad cegadora. Pero como ella es en sí misma, tajante, provoca esa sensación turbia pero apetitosa que pocos consiguen.

Castillo de Caudilla

Pero ese abandono crea una paradoja que no protege ni a la más triste piedra, ni al más suspiro de aire provocado por las entrañas turbias que anhelan la liberación de su espacio para reclamar el poco tiempo que le queda para seguir siendo ella misma su propia paradoja.

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por Álvaro González Martínez

Toma Fotográfica

Deformación de la distancia focal

Deformación de la distancia focal o cómo la distancia focal nos puede dar información que no es real.

Patricia Piñeiro, Pontedeume (A Coruña)

Las distancias focales o comúnmente conocido también como "zoom", es la distancia que hay entre el sensor, plano focal, y el céntrico óptico de nuestro objetivo en las cámaras fotográficas que se mide en milímetros (mm).

Pero la distancia focal no sólo es eso, lo que hace es determinar el ángulo de encuadre y, con ello, la relación aparente entre los diferentes elementos de la escena.

Las distancias focales pueden ser de ojos de pez, grande angulares, a teleobjetivos. Cada unos tiene unas ventajas y convenientes. En cuanto a los angulares, aquellos que estén por debajo de 35mm son los angulares o grandes angulares, deforman la imagen, dándonos una gran profundidad de campo (separa los objetos que están en lejanía). A las distancias focales medias entre los 35-70mm son similares al ojo humano. Y a distancias largas, teleobjetivos, superior a los 70mm, nos dan poca profundidad de campo, cuanto mayor sea las distancia focal, menos profundidad tendremos, esto quiere decir que los objetos están pegados unos a otro.

Un ejemplo claro, es en un GIF que os muestro, donde al principio a los 18mm los objetos están más alejados y existe una deformación en la cara, a 35mm esa deformación deja de aparecer y hace que los objetos que están más al fondo, estén más cerca del sujeto. Pero a medida que vayamos aumentado esa distancia focal, los objetos que están al fondo nos parecerán que están pegados al sujeto.

Pero aquí os muestro más bien, cómo un mismo sujeto con diferentes distancias focales, el sujeto con el mismo tamaño y proporción, observamos cómo el entorno del sujeto varía. Cómo los elementos del fondo se acerca al sujeto, como por ejemplo, la valla, el monte, etc., en caso del primer ejemplo o de la ladera de la barranca en el segundo ejemplo.

Para que el sujeto apareciese más o menos en el mismo tamaño, además de ir variando la distancia del objetivo, también hay que separarse del sujeto unos metros para que tuviera el mismo tamaño y proporción.